La Unión Federal de la Policía, más conocida por las siglas UFP, es un sindicato que vela por los intereses de los agentes de la Policía Nacional. En defensa de sus intereses y actuando como portavoz, ha remitido una durísima carta al ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande-Marlaska, en la que califican su gestión como "nefasta y manifiestamente mejorable" considerando que existe "inseguridad jurídica" de los agentes ante los cambios continuos de las normas aplicables.
La gota que ha colmado el vaso han sido los múltiples y preocupantes incidentes ocurridos en las principales ciudades de nuestro país, en los que varios agentes de la Policía Nacional han resultado heridos, pues las manifestaciones han cogido con el pie cambiado al Ministerio, con poca -o nula- capacidad de reacción y sin proporcionar los medios adecuados para combatirlas.
Los insisten a Marlaska en la "escasez de material" y la "desprotección" que sufren estas unidades que "se están enfrentado día tras día a situaciones en las que se enfrentan a ciudadanos, en muchos casos violentos". Todo ello sin tener en cuenta lo ‘barato’ que sale penalmente agredir a un policía, hecho que los manifestantes violentos conocen y que lleva a los agentes a una situación de total indefensión.