El Gobierno del Frente Popular, cansado de gestionar de manera nefasta la pandemia, cedió el control a las Comunidades Autónomas para que fueran los gobiernos regionales quienes decidieran sus propias medidas. De este modo, él se lavaba las manos y se alejaba de las críticas de los ciudadanos. En Cataluña, no se ha decretado el cierre total de los restaurantes pero la medida es esperpéntica: los bares pueden abrir por la mañana para servir cafés y desayuno, luego deben cerrar y luego pueden volver a abrir para servir comidas. A partir de las tres y media deben cerrar toda la tarde y toda la noche.
Esta medida condena a la ruina a los negocios. Dos horas de desayunos, pocas horas para comer y toda la tarde y noche cerrados no sirve para cubrir los gastos corrientes del local, además de pagar seguridad social y sueldo a las empleados, que ven cortada su jornada laboral. Si viven en otro municipio, se han desplazado al trabajo por causa justificada, entonces ¿qué hacen durante este tiempo de 'descanso'?
Esta foto que aparece en esta noticia corresponde a un bar de Cataluña. Los propietarios han decidido poner un esqueleto y un texto en el que se quejan por las nulas ayudas que reciben. Han sido ya muchos negocios los que han tenido que bajar la persiana para siempre y serán muchos más los que deberán hacerlo si no reciben ayudas inmediatas. Y el paro subiendo.
En algún bar de Cataluña, como tantos otros, @gencat. @FECASARM @GremiVNG @RestauracioBCN pic.twitter.com/85WPxuVrwC
— Carlos Remacha (@CarlosRemacha) December 17, 2020