Los Menas de Cataluña están aumentando su 'cartera' inmobiliario. Con sus okupaciones, ya disponen de 51 viviendas en Barcelona, por las que no pagan ninguna renta de alquiler, ni hipoteca, ni mucho menos, los gastos básicos relativos a los suministros. El problema viene de lejos y ciudadanos españoles, trabajadores y honrados, viven la situación de inseguridad y con total impotencia.
Los Cuerpos y Seguridad del Estado tienen las manos atadas por culpa de una legislación garantista que protege al delincuente. Los propietarios se ven inmersos en procedimientos judiciales largos y costosos hasta recuperar de manera efectiva la posesión de la finca. Esto en el mejor de los casos, porque en el peor, la casa está destrozada e inservible y no se pueden reclamar daños y perjuicios porque los 'simpáticos' okupantes son insolventes.
Los Mossos de Esquadra, además, han detectado constantes episodios de delincuencia. Explican que son jóvenes muy violentos, de origen magrebí, que salen de día a buscar víctimas, especialmente vulnerables, como personas mayores. Les roban sus pertenencias y luego las guardan en su 'almacén'. Evidentemente también okupado. Según datos oficiales, en 2018, fueron ocupados de forma ilegal un total de 1.380 viviendas sólo en Barcelona