El presentador de Sálvame, Jorge Javier Vázquez, ofreció ayer la mejor representación de lo que es la censura televisiva y el blanqueo de la izquierda. El periodista, que se define como "rojo" y "maricón", mandó callar al tertuliano Antonio Montero, que salió en defensa de Alfonso Merlos y criticó la doble moral de la izquierda. No es nada raro, entonces, que desde redes sociales se propusiera un boicot a las televisiones privadas del régimen, propiedad de Atresmedia y de Mediaset, máxime cuando ambas recibieron 15 millones de euros procedentes del erario público.
El periodista catalán acusó al tertuliano de "ser de Vox" y de "sembrar odio" contra el Gobierno y contra la izquierda, lo que demuestra el carácter autoritario y la voluntad silenciadora, pues cualquier opinión diferente a la oficial implica "sembrar odio". Vázquez, desesperado y fuera de sí, ha montado un pollo descomunal propio de su tipo de audiencia: se ha tirado al suelo y ha empezado a lloriquear.
Hacía tiempo que nadie le callaba la boca al fascismo en prime time y con tanto estilo. Gracias @jjaviervazquez ❤️#RojosYMariconespic.twitter.com/ko1KPIwwkf
— Ada Colau (@AdaColau) April 27, 2020
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que también se define como roja y también confesó al propio Javier Vázquez su bisexualidad, ha salido en defensa del periodista y le ha felicitado por "callar la boca al fascismo en prime time" y además hacerlo con "mucho estilo". Como es lógico, también se ha llevado las críticas de Twitter por intentar silenciar una opinión diferente.