El expresidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña, Carles Puigdemont, sigue fugado en Bélgica. Los separatistas lo llaman "exilio" y repiten su victimismo sobre una supuesta represión ejercida por el 'Estado español'. Sus compañeros golpistas fueron juzgados y encarcelados y él sigue de rositas en Waterloo viviendo la vida lleno de lujos y sin responder ante la justicia.
Su entrada en el Parlamento Europeo le ha servido para cobrar un sueldo público, pagado por todos los españoles, con el que pagar a su abogado Gonzalo Boye. Como eurodiputado, dispone de inmunidad parlamentaria y para ser Juzgado el Tribunal Supremo debe pedir el debido 'suplicatorio' ante la Cámara legislativa comunitaria. El político separatista solicitó un aplazamiento de este trámite y el Parlamento Europeo se lo ha concedido. Se celebrará el próximo 24 de enero.
Esta solicitud de prórroga fue avalada por el PSOE pero también por los diputados de Ciudadanos, que secundaron la petición y se la hicieron llegar al presidente David Sassoli. Consideran los eurodiputados naranjas que en otras ocasiones similares se ha otorgado este beneficio de prórroga y que es una decisión "garantista" que debe concederse. Sin embargo, la Presidencia de la comisión de Asuntos Jurídicos ha comunicado a sus miembros que informó a los solicitantes del contenido del artículo 9 del Reglamento del Parlamento Europeo, norma que no prevé ningún derecho a solicitar esta prórroga.