Luis Jiménez es de esas personas amantes del deporte. Hace 22 años que es socio de la cadena de gimnasios DIR y es un usuario habitual. El pasado 18 de octubre, como todos los días, salió de casa con la intención de entrar en el establecimiento pero no pudo. En el centro de la calle Castillejos se encontró con la puerta cerrada que le impedía el paso y le dejaba en la calle cargado con la mochila.
La reacción de Jiménez fue lógica y normal y la que podría tener cualquier persona con sentido común. Puso una queja en Consumo y explicó lo sucedido en las redes sociales. La respuesta del gimnasio fue proporcionada con el sinsentido separatista: expulsarlo y vetarle la entrada en todos los gimnasios de la cadena DIR.
La noticia corrió en las redes sociales y los usuarios se solidarizaron con Luis. Ahora nosotros también lo hacemos. Esta noticia ayudará a elegir gimnasio a todos aquellos que estén pensando en apuntarse a uno tras las fiestas navideñas.