Los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas es un problema que hay que solucionar. Igual que los asesinatos de hombres a manos de sus parejas o exparejas. La violencia dentro del seno de la familia no tiene sexo, tiene un solo nombre: violencia. Lo que sí tiene es nacionalidad y los datos oficiales que ha aportado el Gobierno una vez cerrado el año 2019 dejan en muy mala posición a los colectivos progres y buenistas.
Un 38% del total de los agresores son extranjeros. Si tenemos en cuenta que la población foránea representa un 10% del total de los 47 millones de la población que vive en España, concluimos que el dato es muy preocupante. Por comunidades autónomas, en 2019 se produjeron crímenes en 11: Andalucía (13 casos), Cataluña (9), Canarias (8), Comunidad Valenciana (7), Comunidad de Madrid (7), Castilla y León (3), Galicia (3), Cantabria (2), Aragón (1), la Región de Murcia (1) y Baleares (1).
Con informaciones como ésta, cobra sentido la propuesta de Vox de regular la inmigración y endurecer las medidas para evitar la entrada y para agilizar la salida. Inmigración sí, pero regulada, que venga a trabajar y que se adapte a nuestras costumbres.