Se llama Nelson y le molestó que un anciano de setenta años y vecino del barrio de Camp Redó en Palma de Mallorca le recriminara su actitud tras destrozar el mobiliario urbano. Luego, el delincuente colombiano cambió de objetivo y dejó de destrozar material insensible para hacerlo contra un bien humano. Lo acorraló en un garaje, lo amenazó con un cuchillo y lo golpeó con una violencia desproporcionada.
El pobre anciano cayó al suelo y lo encontraron con lesiones graves que requirieron hospitalización con contusiones faciales. Un grupo de policías armados lo acorraló y lo detuvo.
Se trata de un culturista colombiano con un gran físico, ya que al no trabajar tiene mucho tiempo para estar en el gimnasio mientras los españoles le mantenemos. Los policías tuvieron que emplearse a fondo y utilizar escudos protectores para evitar que el delincuente les agrediera también.