Suma y sigue. Cada vez son más los personajes públicos que deciden saltarse la cadena de prioridades y se ponen la vacuna. Tras varios mandos socialistas, de Ciudadanos, etc, ahora ha sido Carmen Piedralba, edil del PSOE en el Ayuntamiento de Castrillón, en Asturias. Ésta se ha puesto la vacuna sin estar adscrita a alguno de los grupos que tienen prioridad para la primera dosis, es decir, ancianos, personal sanitario y personal de residencias.
La excusa de la charo socialista es que es auxiliar de enfermería en Cuidados Intensivos en el Hospital San Agustín de Avilés, pero la verdad es que en estos momentos es liberada sindical. De modo que si no presta servicios como enfermería, no tiene derecho a saltarse el orden prioritario y tiene la obligación y la responsabilidad de esperar su turno, como todos los españoles que cumplen órdenes aunque no están de acuerdo con ellas.
El 'trabajo' sindical la ha sacado de la primera línea contra el coronavirus en un hospital, de modo que estas vacunas están reservadas al personal sanitario en activo. Federación Socialista Asturiana ha acordado, en consecuencia, suspender de militancia a Piedralba y le ha preguntado por qué se ha suministrado una vacuna sin tener derecho a ello. Dejará, por tanto, de ser concejal de Derechos y Servicios Sociales en el Ayuntamiento asturiana. Como era de esperar y según informan medios locales, no renunciará a su acta.