El Frente Popular ha conseguido aprobar los presupuestos bolivarianos. Lo ha hecho con una mayoría incluso más amplia que la de la moción de censura o que la de la investidura de Sánchez después de las elecciones del 10N. Una serie de condiciones - algunas económicas y otras políticas - a enemigos de España como ERC y Bildu han facilitado el acuerdo. Y aún podrían haber sido más si Ciudadanos se hubiera sumado como Arrimadas tenía previsto hacer.
Los presupuestos no se aguantan por ningún lado ya que contemplan una previsión de ingresos imposible teniendo en cuenta la grave crisis que se avecina ni tampoco tienen en cuenta el elevado gasto en prestaciones para los centenares de miles de parados que habrá y que el Frente Popular no contempla con su actitud frívola y triunfalista.
Por el momento - y aún quedan más palos por llegar - la Comisión Europa considera que la previsión de ingresos sobre la tasa Google y la tasa Tobin está totalmente fueran de lugar. Casi 1000 millones menos que España dejará de recaudar. La Comisión Europa aún tiene tiempo para analizar las cuentas pero según explican los expertos el Frente Popular va a tener problemas si no es capaz de justificar de dónde saldrá el dinero.