El Gobierno del Frente Popular ha empezado la redacción de las cuentas del 2021. Ante el aumento del gasto público producido por el incremento de las paguitas y por chiringuitos poco productivos, algunas fuentes cercanas al ejecutivo ya plantean una subida de impuestos y medidas impopulares que intentarán paliar este vergonzoso e innecesario derroche. A todo ello se le puede unir un importante rebrote del virus en otoño que pueda afectar las arcas públicas.
Es por ello que Pedro Sánchez y la Chiqui Montero se han sentado para empezar la tramitación de las denominadas tasas Google y Tobin, con las que prevén recaudar alrededor de 2.000 millones de euros. Un dinero que ni si quiera cubriría el ingreso mínimo vital. Y es que hay muchos paguiteros que alimentar y entra poco dinero en caja. Así que la subida del IRPF que afectará directa o indirectamente a la clase media y el incremento del impuesto de sociedades y del diésel, puede dar un poco de oxígeno al gobierno mientras asfixian al ciudadano, aunque será insuficiente.
Además de la subida de los impuestos se va a terminar el gasto en infraestructuras. Es decir, todas aquellas vías de comunicación que sean importantes para el transporte de personas y mercancías y puedan ayudar a la economía a crecer van a ser eliminadas de las previsiones. La prioridad es que todo el dinero vaya destinado a subvencionar la "pobreza" y otros chiringuitos, para que sus beneficiarios puedan decidir no trabajar y cobrar la paguita con el bonito nombre de 'Ingreso Mínimo Vital'.